Deporte, una construcción cultural

Lunes, 05 de octubre de 2020

El deporte desde tiempos remotos se convirtió en el espejo de cada sociedad. A veces provocado para generar una propaganda política, como han sido los Juegos Olímpicos en más de una ocasión o a veces sin intención, pero deja al descubierto las características de un pueblo o Nación.


Y así como tal, también hemos heredado costumbres alrededor de un cuadro de futbol, tradiciones familiares en la práctica de una disciplina.

El deporte también ha marcado (y aún hoy) jerarquías en cuanto la posición económica. Ya que muchos demandan un pasar suficiente para mantener embarcaciones, caballos, por ejemplo.

Como también identificar deportes "populares" practicado y visto por las masas y utilizado esto último por grandes gobernantes para distraer la opinión pública y generar acciones políticas que podrían generar grandes arrebatos de ira. Como sucedió en Roma y su Coliseo, por ejemplo.

Y así como se encasilla el deporte política y económicamente, sucede a nivel social. Más precisamente, marcando deportes de practica sólo masculina y otras solo femenina. Muy relacionado, la sociedad entre política y religión. Los mandatos de cómo debían comportarse unos y otros marcaba mucho el día a día y casi que el futuro estaba escrito. Hombres, los jefes de familia, que trabajaban de sol a sol y mujeres encargadas de la casa y la crianza.

Los años pasaron, los siglos cambiaron junto con las sociedades que aun heredan, casi sin fundamento consciente, costumbres.

A principios del siglo pasado, más precisamente en 1936, tuvimos la primera mujer argentina en subirse a un podio olímpico. La nadadora Jeanette Campbell. Francesa de nacimiento, argentina por adopción. Imaginen que, hasta 1947, la mujer no tenía derecho al voto. Y desde 1918, Alicia Moreau de Justo empieza a hacerse escuchar sobre los derechos civiles de la mujer. Imaginen el entorno sobre el cual Jeanette se entrenaba y competía.

Otra medalla, lograda tres ciclos olímpicos más tarde, Noemi Simonetto se cuelga la plata en salto en largo en Londres 1948. Personalmente, tuve el agrado de conocerla. Escuchando sus anécdotas, alguien le preguntó "¿Cómo era entrenar en esos tiempos siendo mujer?". A lo que ella rápidamente levanta ambas cejas y dice "Para mi entorno era normal verme, para el común de la gente era osada. Una mujer practicando vallas, revolcarse en la arena y demás cosas no eran bien vistas".

Pasaron muchos años desde esas épocas. Pero aun conservamos como sociedad, prejuicios sobre los deportes. Todavía muchos creen que el rugby no debería ser jugado por mujeres porque es rudo, porque hay contacto físico, porque se pueden lastimar o golpear la cara, por ejemplo. El rugby, como sabemos, es una disciplina muy tradicional venida de Inglaterra y que aún hoy, se la relacionado con las clases media y alta, y donde las mujeres eran simples espectadoras.




Ahora bien, voy a hacer una breve comparación de lo que es heredar una costumbre y forma de ver, en forma inconsciente.

Hace unos días se cumplieron 20 años de la creación del nombre "LAS LEONAS" de la Selección Argentina de Hockey sobre Césped. Deporte que en Argentina tiene más de 90.000 inscriptos a la Confederación Nacional y de los cuales, el porcentaje mayor, son mujeres. El hockey, en Argentina, es considerado deporte de mujeres (no así a nivel de otros países donde hay ligas profesionales masculinas y con más hombres que mujeres federadas).

¿A qué voy a todo esto? Analicemos el rugby femenino y el hockey femenino. ¿Alguno es menos riesgoso? No. ¿Alguno tiene gestos más delicados? No. ¿Se juega rudo en ambos? Depende a que se llame rudo. ¿Contacto físico? Hay en los dos. ¿Hay riesgos de lesión por contacto? Por supuesto, y se sorprenderían si les menciono las estadísticas de lesiones, que son más frecuentes y graves en hockey (perdidas de piezas dentarias, fisuras y fracturas, contusiones que llevan a varios puntos en la cara, narices rotas, etc.) ¿Cuál es la diferencia? La construcción cultural y el paradigma de lo que es masculino y lo que es femenino. Heredamos opiniones, reglas y también prejuicios.

Somos una cultura impregnada fuertemente en ellas y que muchas veces no nos frenamos a pensar ni a cuestionar, ¿y por qué no?


Profesora de Ed. Física Natalia Díaz

Preparadora Física del Seleccionado Argentino de Rugby Femenino.

Entrenadora de Levantamiento Olímpico de Pesas.

Entrenadora Personal.

Instagram: @natadiaz_coach